Nuestras elecciones de alimentos pueden marcar una diferencia positiva para las personas y la naturaleza, mejorando nuestra propia salud, la salud de los demás y la salud del planeta.
Pero la dependencia excesiva de alimentos seleccionados, la falta de diversidad en nuestras dietas y el consumo continuo de artículos producidos de manera no ssustentable tienen un impacto nocivo en la naturaleza.
El verdadero impacto de lo que comemos
A nivel mundial, nuestras dietas son demasiado estrechas. Aunque históricamente se han utilizado más de 5,000 cultivos para alimentos, obtenemos más del 50 por ciento de nuestras calorías de origen vegetal de solo tres cultivos. Obtenemos alrededor del 75 por ciento de nuestras calorías totales de solo 12 cultivos y cinco animales. Esta falta de diversidad en nuestra dieta provoca una falta de diversidad en la naturaleza y también nos hace menos resistentes a las plagas o enfermedades en nuestro suministro de alimentos.
Muchas personas en los países de ingresos medios y desarrollados, y las personas más ricas en los países en desarrollo, generalmente consumen más carne y otras proteínas animales de las que se requieren solo para la nutrición, con impactos adversos en la salud humana y planetaria. Gran parte de esto se produce de manera insostenible. La sobrepesca amenaza no solo nuestras poblaciones de peces, sino todos los ecosistemas de los océanos, ya que muchas especies se pescan hasta límites críticos o más allá.
Demasiados de los cultivos que comemos se cultivan en tierras recién convertidas y no están sujetos a prácticas agroecológicas que protejan la salud del suelo y el agua, para el cultivo futuro y para todos los demás beneficios que proporcionan, desde el secuestro de carbono hasta el suministro de bebidas. agua.
¿Qué podemos hacer?
Las dietas saludables, equilibradas, diversas y sostenibles se verán diferentes en diferentes partes del mundo, dependiendo de los alimentos disponibles y culturalmente relevantes. También se debe respetar que las dietas de las personas están fuertemente influenciadas por las culturas locales y la elección individual, por lo que nunca sería prescriptivo recomendar lo que comen las personas. En cambio, WWF ha esbozado algunos consejos para ayudarnos a tomar decisiones más sustentables:
- Verificar nuestras pautas dietéticas nacionales y hacer todo lo posible para seguirlas
- Comer una amplia variedad de alimentos de origen vegetal y asegurarnos de que constituyan una gran parte de nuestra dieta.
- Busquemos información de terceros confiables que pueda ayudarnos a comprender de dónde proviene un alimento y cómo fue producido.
- Si optamos por carne y pescado, que sean producidos de manera sustentable y orgánica: si no puedemos encontrar una certificación confiable, informémonos de dónde proviene.
- Evitemos comer tipos de pescado que se cosechan en exceso: los mariscos y moluscos son excelentes alternativas.
Todo lo que hacemos se cobra una demanda a la naturaleza. La comida que comemos, la ropa que compramos, la forma en que viajamos, todo. En conjunto, las demandas hechas por todos y cada uno de nosotros, es decir la Huella Ecológica de la humanidad, son demasiado para nuestro planeta. 50% es demasiado, de hecho.
Fuente: panda.org